Nudos marineros

Querido nadie,
Después de todo este tiempo,
he llegado a la conclusión de que ya no vas a llegar.

Había leído por ahí
Que esperar mucho es envejecer sin crecer.
A día de hoy no creas que estoy en un banco,
que aferrarse a una idea
es más fuerte que un nudo marinero
y solo si eres capaz de desatarlo
puedes soltar y observar la realidad.

Tengo que confesar que a veces ha sido culpa mía,
que la idea de que volvieras
ha causado que te busque en otros ojos
incluso he querido como si fueras tú,
anclada en aquellos momentos
que conforme ha pasado el tiempo
se han hecho más valiosos
que un agujero negro en el universo.


A estas alturas deberías saber que lo he intentado
con excusas de no saber desatar un nudo,
persiguiendo el olor de tu perfume
que aparecía en mitad de la calle
con la sensación de que no había más remedio
que llegar a ser un gran marinero
y dejar de hacer nudos
que luego no son tan fáciles de soltar.


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